Cargando

"Cuando el carro anda, los melones se acomodan."

En el principio fue la compasión y el principio es la mitad de todo. A partir de entonces ciertas mentiras dieron verguenza.
Sucedió así: Una gloria mucosa cayó del cielo y allí donde cayó se alzaron la carne del lobo y la del gemelo enrulado con hechuras de cosa humana.
Sobre esta tierra mansa reinó, entonces el germen verdadero de la muerte con la dulce sangre en sus fauces.
Desde ese momento el nuevo diablo fue seductor solo para la inocencia y vistió la piel del lobo diciendo:
Corderito, soy el miedo que te muerde cuando la muerte vaila sobre tus cuadriles perfumados.
Cuando olfatea tu carne tibia de fetiche, de ídolo adorado que no besó la cola del primer satán, porque nunca dejó de recordar que el sufrido viejo también fue un ángel.
Corderito... no es bueno mantener al lobo hambriento (terminás con el corazón en la boca te lo digo yo, ji - ji).
Vos, corderito, multiplicaste la crueldad durante milenios. No tuviste compasión. No hiciste uso del movimiento del alma que nos hace sensibles al mal que padecen los demás.
Querido corderito... a partir de ahora perderás tu inocencia, pero no temas, la pérdida de la inocencia traerá belleza a tus ojos. Recién ahora podrás mirar la naturaleza con melancolía.
Este lobo hechicero que soy, subira al cielo consumido por tus palabras. Te dejaré las sobras, y aunque es verdad que hay un mundo en ellas, ascenderé con la esperanza de que no te pruebes la piel que yo gasté. Porque... querido corderito... Aquí es el mas allá!.

PD: El próximo diluvio te vuelvo a ver.


Siempre tuyo.
LUPUS EL LOBO


-

No hay comentarios.: